El rol de la socia fundadora en una startup

28/08/2025

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En los primeros años de vida de una empresa emergente, la figura de la socia fundadora es esencial. No solo aporta capital, sino visión, compromiso y liderazgo. Su papel abarca múltiples áreas estratégicas y operativas que impactan directamente en la viabilidad y el crecimiento del negocio. En este artículo profundizamos en sus responsabilidades, ventajas, retribuciones e incentivos necesarios, especialmente en el contexto de negocios creados por mujeres.

¿Qué responsabilidades tiene una socia fundadora?

La socia fundadora actúa como el motor del proyecto. Desde la ideación hasta la ejecución, su implicación atraviesa todas las capas del negocio:

  • Estrategia y visión de negocio: Define el propósito, la misión y el modelo de negocio.
  • Gestión operativa: Participa en decisiones clave, lidera equipos y coordina procesos internos.
  • Representación externa: Es la cara visible ante clientes, inversores, entidades públicas o medios de comunicación.
  • Captación de recursos: Lidera o apoya activamente las estrategias de financiación.
  • Cultura y valores: Establece el ADN de la organización.

¿Qué ventajas y atribuciones tiene?

La socia fundadora no es solo una ejecutiva: también es propietaria y decisora. Algunas de sus principales atribuciones y ventajas son:

  • Participación accionarial relevante.
  • Control estratégico.
  • Autoridad legal.
  • Flexibilidad.
  • Visibilidad y posicionamiento.

¿Cómo se retribuye a una socia fundadora?

La retribución depende del nivel de implicación laboral y del estadio de la empresa. Se puede estructurar de varias formas:

  1. Salario (puede recibir nómina o retribución como autónoma societaria).
  2. Participación en beneficios
  3. Mediante dividendos o reparto de beneficios.
  4. Retribución en especie
  5. Acceso a formación, coworking, dietas, tecnología o salud privada.

¿Qué incentivos debe tener?

Para mantener la motivación y asegurar la permanencia, es clave construir un sistema de incentivos adecuado.

  • Participación accionarial (equity): Refuerza el vínculo con el proyecto.
  • Cláusulas de vesting: Acceso progresivo al capital.
  • Bonificaciones por hitos: Premios económicos por objetivos cumplidos.
  • Formación ejecutiva: Acceso a conocimientos estratégicos.
  • Visibilidad pública: Participación en eventos, medios o redes.
  • Bienestar y conciliación: Beneficios que fomenten salud y equilibrio.

 

En resumen

La socia fundadora no es solo la mujer que inicia un proyecto: es su corazón estratégico. Reconocer su valor, retribuir su implicación y diseñar incentivos sostenibles son pasos fundamentales para construir empresas sólidas, éticas y con liderazgo femenino.

En próximos artículos de este blog te iré desvelando más información sobre equity, vesting y otros instrumentos que serán de tu interés si quieres hacer crecer tu startup.

¿Eres socia fundadora y necesitas asesoramiento para definir tu rol, retribución o estrategia de crecimiento? Desde FEM trabajemos juntas para que tu liderazgo sea tan sólido como tu visión.

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